Tuesday, September 28, 2010

De cómo los funcionarios públicos olvidan que lo son

Esta mañana me sorprendió la noticia de cuánto dinero estima necesitar un organismo recientemente creado para poder funcionar: el Consejo de Planeamiento Estratégico de la Municipalidad de San Carlos de Bariloche considera que necesita un mínimo de $ 1.500.000.- para iniciar sus actividades.

Si bien el título de la noticia, como de costumbre, es efectista, y seguramente hacer un trabajo serio de planificación cueste una suma considerable de dinero, considerando que la Municipalidad tiene sus números más que en rojo (ver, el mismo día, el pedido de autorización para girar en descubierto y la deuda declarada), hay algunas cosas que llaman la atención:
    - Que se pidan algo más de u$s 10.000.- (en $$: $ 50.000.-)para el pago de licencias. Surge la pregunta de cuáles son esas licencias y si todas ellas son necesarias o simplemente son la única herramienta que conocen las personas que postulan su utilización. También surge la duda de si alguna de esas licencias, o en su defecto software de similares prestaciones no podría conseguirse de universidades u organismos académicos como aporte gratuito. - Que necesiten gastar $ 30.000.- para acondicionar un edificio, cuando hay una importante estructura municipal que queda ociosa durante 2/3 del día. - Que se necesiten $ 150.000.- para compra de computadoras e impresoras cuando existe un parque computarizado muy importante y relativamente actualizado dentro del Municipio. - Que se necesiten 10 técnicos "senior", sin previsiones para personal subalterno que realice el trabajo administrativo y las tareas de campo bajo la dirección profesional de ese personal. - Que no se prevea la capacitación de personal estable. - Que no se den más precisiones sobre algo tan difuso como gasto en "comunicación y talleres",

Obviamente, para obtener buenos resultados en cualquier emprendimiento, es necesario invertir; pero acá parece que más que invertir, se está aumentando el gasto, sin optimizar el uso de recursos ya existentes, y obviamente sin un control de calidad de gestión: ¿quién y cómo se determina el éxito de la actividad propuesta?. Que la mayoría de las dependencias municipales trabaje menos de 8 hs. diarias, quedando la infraestructura ociosa durante el resto del día, en concidiones de falta de recursos ya es un despilfarro...

Se ve una vez más cómo los funcionarios pierden toda conexión con la realidad en la que les toca estar insertos, olvidando también que es la comunidad a la que sirven (o más bien, deberían servir) la que con su esfuerzo les paga tanto sus sueldos como la infraestructura de apoyo... Esto también es corrupción.